Para contar cuentos primero hay que escucharlos y puede que
este sea uno de los locales más emblemáticos de Madrid a la hora de tomarse una
cerveza, o una infusión, escuchando recitar poesía, con la narración de un cuento o disfrutar
de los romances cantados. Yo lo frecuentaba bastante en los 90, cuando según mi parecer
comenzaron a proliferar como setas en otoño los “cuentacuentos” en garitos de Madrid. Creo que no
todo el mundo vale ni cualquier sitio es idóneo. Y desde luego el Libertad 8 tiene asegurado el encanto del local (en invierno con frío en la calle es de “cuento”)
y la profesionalidad y buen gusto de los narradores allí convocados.
Saludos,
Iñaki
Ufffffff!!!!!! Seguro que compartimos cuentacuentos en los 90 porque yo era una habitual de Libertad 8 :D
ResponderEliminarUna estupenda recomendación.