viernes, 4 de octubre de 2013

El Cuento de tu Vida






















Hans Christian Andersen

Dirigidas en principio al público infantil, aunque admiten sin duda la lectura a otros niveles, los cuentos de Andersen se desarrollan en un escenario donde la fantasía forma parte natural de la realidad y las peripecias del mundo se reflejan en historias que, no exentas de un peculiar sentido del humor, tratan de los sentimientos y el espíritu humanos.

Interesante reflexión sobre la obra de este gran y admirado escritor. Cercanía entre lo fantástico y lo mundano mezclado con sentimientos y emociones. Es la química perfecta para que estos relatos sigan interesando después de dos siglos a niños y a mayores. Nos hacen sonreír, dormir, llorar, asustar, amar, odiar, añorar, querer y sentirnos queridos.
Todos tenemos un cuento en nuestra vida, el mío es "La Reina de las Nieves". No me recuerda a mi niñez, más bien a mi adolescencia. Me trae nostalgia, trae el invierno, la manta de la cama para el frío y la imaginación. Creo que mi "obsesión" por caminar por la nieve en días de tormenta, pero no de dos copos, de ventisca y nevada, esos que aconsejan no salir de casa, en parte viene dada por lo que sentí al leer este cuento. Me hizo viajar a paisajes nevados, enmudecía el resto de la casa ante lo fantástico del relato. Sentía asombro, soledad y seguridad. Lo mismo que siento, busco y encuentro ahora cuando en días complicados voy a la nieve. Seguridad dada por la experiencia de la edad  y asombro por lo grandioso de la naturaleza y sobre todo por el silencio que provoca la nieve cuando cesa el viento. Encuentro mágico, como Andersen unimos lo fantástico con lo real, buscamos esa fantasía en nuestras experiencias diarias. El silencio del libro con el silencio de la nieve. El cuento ya forma parte de nuestra esencia y no nos dejará de acompañar a lo largo de nuestra vida. Creo que ahí reside la grandiosidad de este género literario.
Saludos,
Iñaki

1 comentario:

  1. Una reflexión preciosa que recoge el sentido de esta asignatura: leer es sentir, es apasionarse, es dejarse llevar por las palabras en un viaje hacia el interior de nosotros mismos pero también hacia el exterior, hacia los demás, los cercanos y los lejanos, los conocidos y los desconocidos.
    Si pudiésemos transmitir a nuestros estudiantes todo lo que la literatura nos ofrece... pero no se puede obligar a sentir. Ese es el reto: hacer sentir sin obligar a sentir. ¡Vamos a ver si lo conseguimos! :)

    Te anoto la reflexión como voluntaria. Me ha encantado.

    ResponderEliminar